En los días con mucho sol entre el aislante y la cubierta del techo se puede llegar facilmente a temperaturas de hasta 80°C. El aire caliente se propaga en las habitaciones de abajo empeorando considerablemente el clima. Con el frío y la humedad del invierno, el aire externo (frío) y el interior (caliente) se encuentran en el intersticio que hay entre el paquete aislante y la cubierta del techo, causando fenómenos de condensación. Solo una correcta circulación de aire, con entrada desde la línea de canaleta y salida a la altura de la cumbrera, permite eliminar estos inconvenientes y prolongar la vida del techo.
Como ventilar el techo:
Abertura de la canaleta: la abertura de aire en las líneas de canaleta debe ser de al menos el 2% del faldón y no puede estar por debajo de 200 cm2/m.
• La norma UNI 9460:2008 establece 550 cm2/m.
• Riwega aconseja 600 cm2/m.
En la cumbrera y en la línea de desague: la abertura de aire en las líneas de cumbrera y en las de desagüe debe ser de al menos el 0,5% del faldón para aumentar la presión y desencadenar el efecto Venturi.
• Riwega aconseja 145 cm2/m. (aproximadamente el 25% respecto a la entrada de 600 cm2/m)
Debajo de la cubierta: la abertura de aire entre la cubierta y el aislante debe ser superior a 20 mm de altura y no inferior a 200 cm2/m a lo largo de todo el faldón.
• Riwega aconseja por lo menos 60 mm